tecnología diabólica

Decía Charles de Gaulle que la base de nuestra civilización está en la libertad de cada uno, en sus pensamientos, sus creencias, sus opiniones, su trabajo y sus ocios.

Bajo la apariencia de un dispositivo pensado para conversar en lugares públicos, o para que los astronautas conversen entre sí, la Nasa está desarrollando una tecnología que, en mi opinión, pone los pelos de punta.

El dispositivo intercepta las neurotransmisiones que controlan el aparato fonador y las desvía a un sintetizador que transforma estos impulsos en palabras. En otros términos: nuestra mente se podrá leer.
Si esta tecnología se perfecciona, pondrá en grave riesgo el recinto más sagrado, el único confín que no es posible encarcelar; el último reducto de la libertad: la mente humana. Se impone legislar cuanto antes, desde todos los ámbitos, contra esta nueva e inquietante amenaza.

O eso, o el Gran Hermano, está vez sí, reinará sobre nosotros.

Comentarios

  1. Anónimo11:57 a. m.

    El futuro ya está aquí, como en las película de ciencia ficción. Claro que me temo que esto será como los coches voladores que imaginaban para el año 2000.

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  2. Ja pues el que se asome a mi cabeza va a alucinar del caos que tiene :-)

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  3. Bueno... ciertamente hay pensamientos que no merecen tanto invento tecnológico...
    :-)
    Será muy interesante el invento para las personas sin habla, por ejemplo, pero es estremecedor ver adónde nos pueden conducir los avances científicos, especialmente aquellos que resultan más "interesantes" por su capacidad de controlar, dirigir, dominar...

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  4. No sé ché, a mí me da muchísimo miedo.
    Aunque puede ser de mucha ayuda a personas con ciertas discapacidades, me parece que lamentablemente, se usará más para asuntos del 'poder'.

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  5. No sé Ottinter: yo me temo todo lo contrario...

    Goathemala, el asunto es que tu caos es tuyo, y nadie debería entrar en él.

    Pues sí Joan. Todas las innovaciones tienen un componente de progreso indudable, y al mismo tiempo suponen una nueva cuota de poder; de ahí la necesidad de anticiparse legislando a tiempo, para no lamentarse después.

    Estoy contigo Bibiana. Confiemos de todos modos en que algún día las cosas dejarán de inclinarse siempre hacia el lado oscuro...

    ¡Saludos!

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  6. Por supuesto, hombre, era una broma.

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