Justo esta semana un post del Ventanuco alcanzaba la portada de Bitácoras , y un segundo post la de Menéame. Eso se traduce en miles de visitas, nuevos suscriptores, más personas atentas a lo que escribes, y más posibilidades de que lo que escribes se difunda. Un círculo de enlaces y referencias que se autoalimenta. Pero no es fácil que un post tenga esa repercusión. No basta con escribir post originales (el segundo de esos post ni siquiera lo es, está sacado y enlazado de otro blog ), con crear contenido personal, y con todas esas cosas que tantas veces se han repetido . Antes de todo eso un blog tiene que ser visible . No sirve de nada publicar buen contenido si nadie lo ve. Así de simple. Conseguir que un blog sea visible lleva tiempo. Implica enlazar, crear comunidad, relacionarse, participar en redes sociales, conocer a otros bloggers... Implica además que los buscadores , los portales y las herramientas que miden la visibilidad de un blog encuentren esas líneas invisibles