Salió del hospital con un aire sereno, reflexivo, como si más que temer su muerte, estuviera pensando en qué hacer con ella, dejándonos esta imagen -una más- para la historia . Había cumplido su ciclo completo de quimioterapia, pero sabía que, con suerte, sólo le quedaban unas semanas de vida. Prefería sentir algo más de dolor a cambio de estar cerca de los suyos, y decidió irse a casa para compartir esos últimos días con su esposa, Joanne Woodward , y sus hijas . En esos días, regaló su ferrari a uno de sus mejores amigos, y se dedicó a poner en orden sus asuntos. Hoy ha muerto. De Paul Newman nos quedan miles de imágenes inolvidables. Imagino que cada cual tendrá su favorita. De todas ellas, yo me quedo con aquel delicioso paseo junto a Katharine Ross . No sé por qué, pero siempre tuve debilidad por esa escena. A partir de hoy, aún más, si cabe... Gracias por todo, y hasta siempre, Paul.