Este estremecedor testimonio autobiográfico me ha llegado por correo. Por su interés, lo reproduzco para todos vosotros. Por desgracia (como suele pasar con estas cosas que van de correo en correo), no conozco a la autora, ni su origen. Si alguien sabe de dónde viene, que deje un comentario y actualizo la información: El día que cumplí los catorce esperaba tener un novio algún día. A los dieciséis lo tuve por fin; pero no había pasión. Decidí que necesitaba un chico apasionado, con ganas de vivir. En la universidad, salí con un chico apasionado; pero era demasiado emocional. Todo era terrible para él, amenazaba con frecuencia con suicidarse, y lloraba a todas horas. Supe que lo que necesitaba era un hombre estable. A los venticinco encontré un hombre estable. Pero me aburría. Era predecible, y poco excitante. La vida comenzó a ser aburrida, y yo necesitaba un chico más emocionante. A los ventiocho lo encontré, pero no era capaz de seguir su ritmo. Iba de una cosa a otra y coqueteaba co...