Salvamos el Aye-Aye. ¿O no?
Este simpático bicho de la foto es el Aye-aye, un tipo de lemur al borde de la extinción que habita en Madagascar. En slate lo definen como uno de los animales más repelentes del mundo, y lanzan al aire una pregunta cargada de intención: ¿quién quiere salvar a un bicho tan feo? Desde el enlace, se puede acceder a una presentación fotográfica en la que se compara el esfuerzo para salvar a esta criatura (nulo), con las grandes sumas de dinero destinadas a conservar el panda, ese oso tan mono. En treehugger llaman a este fenómeno el síndrome de bambi, que consiste en la tendencia de los bípedos a vaciarse los bolsillos para salvar de la extinción a los animales grandes, simpáticos y tiernos, y olvidarse de los menos agraciados. David Stoke, de la Universidad de Washington, ha puesto en marcha una investigación para averiguar por qué preferimos unos animales a otros. Lo interesante del caso, es que pone de manifiesto algo sorprendente: si el hombre prefiere salvar a los animales bonitos, ser bonito desde el punto de vista humano podría resultar ser una característica adaptativa. De otro modo: si las cucarachas estuvieran en peligro de extinción: ¿Qué haríamos? ¿Y qué deberíamos hacer?
fotografía de AFP/Getty Images
Qué pena el bichito.
ResponderEliminarYo creo que sí, que existe "un algo" de proteger más lo estéticamente bello , llámese Síndrome de bambi en este caso(y lo domesticable también juega).
Interesante el punto de vista sobre el caracter adaptativo (claro, pero eso es ahora, cuando interviene el hombre).
Alguna vez leí que los bebés humanos, tienden a mirar y se sienten más atraídos, por las personas bellas. ¡Qué peligro!
Ah, y en cuanto a las cucarachas, si estuvieran en peligro de desaparecer, y su existencia cortara alguna cadena (que es que sí), hay que preservarlas, aunque me muera de asco! ;-)
Buen viernes!
Pues yo pensaba que siempre se salvaban las especies simplemente desde un punto de vista científico, sin tener que ver si es bonito o nó.
ResponderEliminarEs una cosa a la cuál no le veo sentido, pero claro, cuando hablamos de dinero, hasta el físico importa.
Me da pena el bicho, tan poquita cosa que es :(
ResponderEliminarPues sí Bibiana, ¡menudo peligro!
ResponderEliminarEsa es la razón por la que se salvan Ulyses. Pero salvar especies y desarrollar programas científicos para ese fin cuesta dinero. El dinero en muchos casos viene de las donaciones, y la gente da más dinero para salvar a un panda que a un aye-aye. Esa es la cuestión de fondo.
A mí me encanta el bicho Pili. Es muy gracioso. Fíjate que pensé en ponerlo por ahí, de mascota de el Ventanuco... jejeje
¡saludos!
Es muy interesante lo que dices, la medida en que la estética afecta a nuestra ética. Existen estudios sociológicos muy fundamentados en los que se advierte por ejemplo que se presta mucha más ayuda y atención a una persona que se desvanece en el Metro y es bella que a una persona a la que le sucede lo mismo pero tiene por ejemplo una mancha en la cara o una quemadura.
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Saludos.
Eso es cierto Goathemala. ¿Puede tener una base biológica? En la naturaleza, las cosas más peligrosas suelen tener un aspecto más temible: las garras de los halcones, las mandíbulas de los predadores, la mirada de las serpientes, etc... ¿será esa la razón?
ResponderEliminarUn articulo muy curioso y que da que pensar.
ResponderEliminarFelicidades por el blog, muy interesante
Un saludo
Muchas gracias glitches, de eso se trataba en este caso: de pensar un poco.
ResponderEliminarPor cierto, estoy encantado con esa recopilación de vídeos que has montado en tu blog. Hacía tiempo que no escuchaba alguna de esas canciones...
¡Un saludo!