Lo que come el mundo: la mesa de la vergüenza

Fantástico el reportaje gráfico de Time.com sobre la dieta que sigue una familia tipo en diferentes lugares del mundo. A pie de foto se incluye además el gasto semanal en comida, y los alimentos favoritos.

Esto es lo que come una familia en Chad, gastando 1,23 dólares:


Y esto en los Estados Unidos, por 341, 98:



Es decir, con lo que gasta una familia media estadounidense en comer en una semana, una familia de Chad podría alimentarse durante 278 semanas, o lo que es lo mismo, durante más de cinco años...

Todas las familias, y todas las dietas, en Time.com.

Comentarios

  1. Anónimo2:24 p. m.

    Impresionante Javi, la realidad y las imágenes!!
    Me parece que estas diferencias todos las sabemos, pero habitualmente no las queremos ver. Es una gran vergüenza, y un dolor.

    (Te puedo tomar prestado un poquito el post?)

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. ¿Te has fijado que, a medida que aumenta el grado de supuesto desarrollo, se ven en las fotos menos frutas, verduras y cereales y aparecen las bebidas supuestamente refrescantes y todo está envasado y, por lo tanto, lleno de conservantes, colorantes y otras basuras legales?...

    No sé, las fotos son para plantearse muchas cosas... si somos lo que comemos, algunos van realmente j**idos, je, je...

    Un abrazo...

    ResponderEliminar
  3. Pues sí Bibiana, se queda uno hecho miga después de ver cosas como esta. Puedes tomar prestado lo que quieras, estás en tu casa, solo faltaba...

    Buena Observación Delokos. La comida cada vez parece menos comida por este lado del mundo. A saber qué diablos estaremos comiendo. Conseguir que las patatas fritas sepan a pollo asado no debe de ser muy natural, no...

    Dime lo que comes...

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  4. Úbeda, tengo un niño apadrinado en Senegal. Cuesta nada más que 150€ al año. Cuando se lo enviamos recibimos a los dos meses una foto del niño y toda la comida y medicina que han comprado con ese dinero. No me gusta porque no la pido pero la organización lo hace para que sepamos en qué emplean la pasta.
    Es impresionante: sacos de harina, de arroz, patatas, cajas de leche en polvo, lápices, cuadernos....

    Esa cantidad allí es mucha comida y seguridad. Mientras tanto aquí ¿qué son 150€?

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo2:44 p. m.

    Yo siempre que se hacen estos estudios dudo... porque de un modo u otro siempre parecen caer en la demagogia.
    Y lo que no me gusta es que encima intenten hacernos sentir culpables a nosotros (igual que en lo del cambio climático...) o algo por el estilo.

    ¿Que con lo que come una familia del primer mundo podría comer durante muchísimo más una del tecero? Pues, desgraciademente, así es. Pero seguro que con lo que han gastado en hacer el reportaje también podrían haber comido muchas familias de allí (puestos a ser demagócicos...).

    Que nadie me tache de insensible o cosas así, por favor xD, pero es que me repatea esa actitud de "¡Sentíos culpables, vosotros coméis y otros mueren de hambre!"... con esa filosofía nadie podría dejar de sentirse culpable jamás. Evidentemente, concienciar es fundamental para acabar con estas desigualdades tan terribles, pero (igual que con el cambio climático), creo que apuntan a donde no tienen que apuntar.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  6. Tremendo Goathemala; las desigualdades en el mundo son realmente impresionantes. No sabemos lo que tenemos...

    Yohein, no sé si los estudios intentan hacernos sentir culpables, pero no te quepa duda de que lo somos:
    Nosotros les esquilmamos, nos llevamos sus recursos, calzamos las zapatillas que sus niños confeccionan trabajando en turnos de 12 horas diarias; usamos su petróleo, sus diamantes, y sus materias primas; les escatimamos o les vendemos a precio de oro las medicinas, consentimos sus gobiernos corruptos porque no nos interesa que sus ciudadanos sean dueños de sus países para poder seguir explotándoles, y así podríamos seguir hasta mañana.
    En la última cumbre del G8, -como en todas- han vuelto las promesas que nunca cumpliremos, mientras presupuestos multimillonarios para otros fines pasaban de mesa en mesa. Qué quieres que te diga, un poco de mala conciencia no nos viene mal, sobretodo porque por acción u omisión somos bastante culpables de lo que pasa.

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario