Relaciones de pareja: el porcentaje de la felicidad
Debatiendo el otro
día con @PluginYeah, sobre las relaciones de pareja, mi cabeza, que
hila sin remisión las cosas, llegó a una interesante y disparatada
teoría acerca de las relaciones de pareja y el porcentaje de la
felicidad. Al lío...
Un lugar común en
las relaciones de pareja que conozco, es la manera en la que el paso del tiempo va modificando la relación. Parejas que comienzan en una nube de algodón, convencidos,
enamorados, decididos, y que al cabo de unos años se convierten en
dos desconocidos. Hombres y mujeres que buscan tiempos y lugares para
desconectar del otro, hasta un punto en el que el otro ya no sólo
les es indiferente, sino que les estorba. La cuestión es: ¿cómo se
llega a esa situación?
Teorías hay muchas,
tan complejas y extrañas como se quiera. Pero si uno piensa en
porcentajes, la explicación es muy simple. Veamos...
Supongamos que uno
tiene una caja en la que se contiene a sí mismo. Una caja en la que
están sus tiempos, sus ideas, sus fantasías, sus sueños, sus
deseos, sus pensamientos, sus preocupaciones, sus dudas, sus
experiencias. Una caja en la que está todo. Y supongamos que uno (o
una) topa de pronto con otra persona en el momento preciso. Una
persona con la que conecta. Alguien especial. Alguien especial que
también tiene una caja. Y surge la magia.
En ese punto, lo
único que deseamos es compartirlo todo con la otra persona. Abrir
nuestra caja. Volcar nuestra caja en el otro. Cada minuto, cada
pensamiento, cada ocurrencia, cada deseo, cada preocupación, cada
zozobra, cada miedo, cada fantasía...
Estamos en el
momento cien por cien de la caja.
Pero mantener ese porcentaje es
imposible. Uno puede pasar un tiempo sin comer, o mal comiendo,
restando horas al sueño, dejando de pensar en otras cosas, apartando
compromisos, desatendiendo obligaciones, centrándose por completo en
dar y recibir el cien por cien de la caja. Pero un tiempo. Porque si
la situación se prolonga, todo nuestro mundo se resiente. Perdemos
salud, rendimos menos, descuidamos relaciones familiares. Si la
relación cuaja, se mantiene, se consolida; si llegamos a un punto en
el que decidimos convertirnos en pareja, convivir y formar un proyecto
de vida en común, la realidad se impone. Y nos guste o no, tenemos
que llevar los porcentajes a un punto razonable. Un punto en el que
dar y recibir del otro sea compatible con seguir trabajando, con
descansar, con reservarnos un tiempo de desconexión, con mantener
relaciones saludables de amistad y familiares. Un punto en el que
seguir viviendo, y viviendo con el otro. Es el momento de establecer
un porcentaje óptimo. Pongamos un 60 por ciento. Hasta ahí todo
bien.
¿Dónde surge el
problema?
La clave para
mantener una relación de pareja que perdure, para conseguir que
sobreviva a la rutina, a la monotonía, es no perder de vista el
porcentaje. Asumir que es necesario reservar una parte de nuestra
caja a otras demandas que no vienen de la pareja, sí, pero sin bajar
la guardia. Hay un porcentaje al que no debemos renunciar, porque
entraremos en zona de peligro. Si dejamos que lo externo invada y
desplace nuestra forma de priorizar y compartir el contenido de
nuestra caja, estaremos caminando hacia el fin. La clave estriba en
ser conscientes de en qué porcentaje estamos en cada momento. De qué
nos está desviando del porcentaje, y de qué debemos hacer para
devolverlo a niveles saludables.
Porque cuando
dejamos de poner el cien por cien de nuestra caja en el otro,
empezamos a ponerlo en otro sitio. Si restamos un cuarenta por ciento
de nuestro tiempo para el otro, es porque ponemos ese tiempo en otras
cosas. Y eso es bueno. Hay cosas que necesitamos hacer. Que tenemos
que hacer. Hay más personas importantes en nuestra vida. Más tareas
importantes. A partir de aquí, existen dos riesgos. Uno es dejar que
el porcentaje que desviamos a nuestra pareja descienda por debajo de
la línea de riesgo: pongamos del cincuenta por ciento. Otro es que
al tener un porcentaje menor de tiempo, dejemos de compartir algunas
de las cosas de nuestra caja por completo. Que pongamos todas
nuestras preocupaciones, o todas nuestras ocurrencias, o todo nuestro
humor en otro sitio. Si dejamos que esto ocurra, entraremos en una
zona peligrosa. Y el otro empezará a estorbarnos. Así de simple. Si
descargamos el total de nuestra preocupación en un familiar, un
amigo -cámbiese preocupación por cualquier otro contenido-,
ocurrirán dos cosas. Una, que estaremos privando a nuestra pareja de
una parte importante de nosotros, y otra, que nuestra pareja nos
estorbará cuando su demanda de atención coincida con el momento en
el que estamos haciendo eso que necesitamos hacer y que ya no hacemos
con él o con ella, pero que podríamos hacer perfectamente con él o con
ella -recordemos que venimos que compartir el cien por cien y
funcionaba-. Ese es el principio del fin.
¿Cuál es la
solución entonces?
Fácil. Hay que
seguir tres reglas básicas y sencillas.
1- Empeñarse en
mantener el cien por cien es insano a medio plazo. Cada pareja debe
buscar su porcentaje óptimo, que en cualquier caso ha de ser
superior al cincuenta por ciento de lo que somos y hacemos.
2- En ningún
momento podemos dejar de compartir ningún contenido de la caja con
el otro. Compartir nuestra vida es compartir lo que somos. Y somos
todo lo que hay en la caja.
3- Tenemos que tener
en todo momento un contador mental sobre el punto en el que están
nuestras cajas. Qué estamos dejando de compartir, o qué estamos
compartiendo menos, y en qué porcentaje global estamos. No bajar la
guardia.
Si descuidamos las
reglas, entraremos en zona de peligro. Pero si seguimos estas tres
reglas, si no las perdemos de vista, tendremos garantizada una
relación estable, que perdure, que crezca y se fortalezca en el
tiempo.
...
Habremos alcanzado
el porcentaje de la felicidad.
Gracias por los tips!
ResponderEliminarHay que compartir pero sin pasarse.La pareja tambien tiene que aceptar
ResponderEliminarQue articulo interesante http://www.assurances-en-france.fr/
ResponderEliminarQue blog mas interesante! A partir de ahora seguire leyendo tus articulos
ResponderEliminarUn artículo bastante interesante. Gracias
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el artículo. Añado algunos ideas para que podaís añadir a vuestros momentos con picardia. https://www.momentosconpicardia.com/514-juegos
ResponderEliminarSex shop online: www.momentosconpicardia.com
interesante articulo
ResponderEliminarPues si que es interesante
ResponderEliminarmotocicleta
Muy buen artículo, yo opino que hay que compartir todo, pero a la vez cada uno tiene que tener su propio espacio. Lo que si es muy importante es querer ser feliz, si esperamos que la felicidad o el amor nos llegue solo y que dure para siempre estamos equivocados, es importante esforzarse por conseguirlo y mantenerlo.
ResponderEliminarMe encantó el artículo,las relaciones de pareja influyen muchas cosas. Lo ideal es no perder la pasión y que haya confianza. Por eso hay que salir con los amigos a fiestas. Si os invitan a una despedida de soltero en Madrid no os lleveis las manos a la cabeza, que no pasa nada solo es pasar una noche divertida. Yo recomiendo https://despedidasmolamola.com que mezcla lo erotico con el humor y porque no celebrar alli sus cumpleaños.
ResponderEliminarInteresante comparación... creo que empezaba a descuidar ciertas partes de la caja y me has dado que pensar...
ResponderEliminarMuchas gracias!!!
Si es cierto, para eso debemos ser introspectivos y apreciar a nuestra pareja, muy buen articulo me sirvio de mucho
ResponderEliminarNo hay que rehuir de la psicología como medio para solucionar problemas de pareja que siempre surgirán. Un buen psicólogo para terapias de pareja, ayudarán muchísimo y siempre es una buena opción contar con ayuda exterior cuando se tienen problemas.
ResponderEliminarMuy bueno! Gracias por el dato!!!
ResponderEliminarEl sexo otra pieza importante del puzzle.
ResponderEliminarLa felicidad algo tan personal y que va unido al amor propio al respeto. La confianza y el compromiso una mezcla de pasion,amor y madurez. Creo que solo las personas medianamente sanas,evolutivamente lo pueden vivir. Creo en la autodestinacion y no el culpar a los demas, yo produzco mis resultados, les deseo EXITO y Bendiciones
ResponderEliminarExcelente artículo. Es lo que yo llamo llamar a las cosas por su nombre y con claridad.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Saludos.
Así es, parece que para ser feliz es necesario vivir en pareja. Creo que las relaciones de pareja están sobrevaloradas :/
ResponderEliminardicen que mejor solo que mal acompañado, pero sigo pensando que mejor acompañado que solo...
ResponderEliminarLa pareja siempre requiere de una gran inversión de energía, y para que se mantenga el amor y el compromiso hay que ponerle mucha dedicación, no se puede descuidar. Muchas veces la falta de atención, el descuido y la dejadez hacen que se desmorone la relación. Muchas gracias por el artículo. Un saludo.
ResponderEliminarCierto es que la pareja hay que cuidarla y como dices en tu post hay que salir de la rutina y que mejor que hacerlo saliendo con amigos y por supuesto viajando a otros paises.
ResponderEliminarYo conseguí reavivar la pasión con un viaje organizado a Marruecos pasando una noche mágica en un campamento en el desierto del sahara.
Esta es una idea, pero también el compartir otro tipo de aficiones ayuda bastante.
La relación, es ante todo presente. No hay que dejar que se sujete por las mimbres del pasado, y ni siquiera por los objetivos del futuro. Vivir intensamente el día a día como pareja la convierten en fuerte e intensa.
ResponderEliminarGracias por compartir tan interesante post.
Totalmente de acuerdo con el artículo. Las relaciones de pareja por lo general no son fáciles, ya que cada persona tiene sus cosas y es muy difícil coincidir en todo. Por lo tanto, es importante que cada uno tenga su espacio y sus propios hobbies.
ResponderEliminarLa relaciones de parejas son buenas si previamente se han tenido un tiempo conociendose y conviviendo.
ResponderEliminarMuy interesante. Gracias!
ResponderEliminarMuy interesante, gracias
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