Un caso insólito de acoso sexual en el trabajo
Quien le iba a decir a este simpático granjero que en su alegre quehacer diario, alejado del bullicio de las oficinas y empresas modernas, iba a sufrir también en sus carnes el impacto demoledor de un infame acosador. Pasen y vean...
Dios mío q miedo!!!
ResponderEliminarjejejeje
Un Saludo
Y qué lo digas Chihiro: dan sudores fríos... jeje
ResponderEliminar¡Saludos!
Le aseguro que me pongo en la piel de ambos y no sé por quién siento más compasión.
ResponderEliminarEl pobre novillo... que no puede ni imaginarse qué es una hembra y como se calma su desazón...
jajaja, desde luego el novillo también pasa lo suyo... Bien visto Armando.
ResponderEliminar¡saludos!
Fue algo terrible, el pobre ganadero estuvo sin sentarse casi 1 mes y a pasado a dedicarse directamente a fabricar quesos y yogures( la leche la compra)
ResponderEliminarjajaja pues sí que quedó traumatizado el hombre. Claro que no me extraña...
ResponderEliminar¡saludos!
Señor ubeda, ya le tenia en el ojo avizor, le leo todos los dias y en breve te pondre un link en mi blog porque el jefe soy yo y asi lo decidi hace tiempo. Un saludo ironico.
ResponderEliminarVaya.., pues muchas gracias por leerme a diario y también por ese link, hombre irónico, eres un fenómeno...
ResponderEliminar¡Un saludo!